en el momento justo nos enchufaban con la linterna
cuántos atardeceres por las callejas sin darse tregua
que distintos los besos cuando pasabas de ir a la escuela…
Del beso aquel de Judas que descubrimos sin darnos cuenta
junto a dos corazones atravesados por una flecha
cuando tiré su anillo el agua del río se volvió negra
de ésto hace treinta y cinco y jamás he vuelto a pisar su acera.
Adónde irán los besos que guardamos, que no damos
dónde se va ese abrazo si no llegas nunca a darlo
dónde irán tantas cosas que juramos un verano
bailando con la orquesta prometimos no olvidarnos.
Y el beso que te llega en aquella carta que nunca esperas
como no está firmada miras destino a las compañeras.
Todo el francés que supe y que sabré nunca fue culpa de ella
le llamaban B.B. y yo la vi en "Babette se fue a la guerra".
Adónde irán los besos…