Magdalena volvió al ruedo. Ha decidido subirse nuevamente a su tren, ir en busca de nuevos lugares, nuevas aventuras. Quiere trazar nuevas rutas para explorarlas. Creo que me hizo caso mucho tiempo y se convirtió en un ser muy estático, sin ilusiones. Hasta podría decir que conformista y pesimista. Le convencí que su nueva vida no merecía otras aspiraciones. Que se tenía que conformar con su suerte. Pero ahí la tenemos. Magdalena se enfrasco en una parsimonia temporal, ahora pisa firme, no habrá quien logre persuadirla. Cumplirá su promesa y “se convertirá en una versión mejorada de si misma”.

Magdalena retorna al tren. ¿Quién se atreve a acompañarla en este viaje?
Yo no. Prefiero esperarla en la estación. Ella volverá seguramente, pero a contarme que al recuperar la alegría de vivir, disfruta cada segundo de su existencia. Y yo me alegraré por ella.

Prometo no volver a cortarle las alas. Dejaré de exista como un ser libre, Que es en realidad lo que siempre ha sido.

Acerca de María Rumaja

Licenciada en Educación en la especialidad de Literatura. Poemas suyos aparecen en la Muestra de poesía joven Generación 2000?. Asimismo en revistas, plaquetas, antologías de Perú y Latinoamérica, así como en diversos blogs culturales. Tiene el libro de poesía inédito Confesiones de Medianoche.

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