Me compongo a mi misma, canciones con finales felices…Y envuelvo melodías en MI mayor, citas de versos alejandrinos que evocan a un ángel…Los versos hablan de un hombre que toma en sus brazos cada noche a su mujer sin tocarla…Y su sonrisa se extiende hasta terminar con un beso sobre la frente… Y sus manos recorren el cuerpo aterciopelado mientras ecos comienzan a retumbar en la habitación. El MI se hace presente lleno de poder y energía.
Y su corazón es tan grande que no cabe en su pecho. (Su corazón tiene nombre y tiene brazos y tiene hasta su propia cama, dónde sueña con su mujer desnuda – inquieta – apasionada).
Y su voz eriza el solemne pudor de su amada. Y la inocencia se esconde detrás de una amigdalitis inventada. Y la distancia se recorre con miradas infranqueables y se rompen con frases que engríen al alter ego.